Los hombres también se ven afectados por las pérdidas de orina. Y si bien es difícil hablar del tema, muchos se han dado cuenta de que consultar a un profesional de la salud es lo mejor que pueden hacer.
Se estima que más de 700.000 hombres sufren incontinencia en España. Este trastorno es más frecuente a partir de los 40 años, entre el 3 y el 5% se enfrentan a las consecuencias relacionadas con patologías de la próstata. Esta cifra aumenta con la edad para llegar al 10% de los hombres de más de 60 años. Patologías de la próstata, de la uretra y de la vejiga, debilitan los músculos de la pelvis, las causas son múltiples y también las soluciones.
Lo correcto: habla con tu médico de cabecera. Él te conoce y podéis encontrar conjuntamente el tratamiento ideal.
No dejes que las pérdidas urinarias alteren tu ritmo de vida!
Estos son algunas recomendaciones que puedes poner en práctica para limitar las pérdidas urinarias.
Incontinencia urinaria ligada al esfuerzo
Forma poco común, existe prácticamente solo en los hombres que se han sometido a una intervención quirúrgica, con mayor frecuencia la de extirpación de la próstata. Se produce repentinamente en caso de un esfuerzo físico, de una risa, un golpe de tos, un estornudo o sólo por una carga física.
La incontinencia de urgencia
Se debe a una inestabilidad o una hiperactividad vesical que envía mensajes de micción urgentes e imperiosos a pesar de que la vejiga no está totalmente llena. Los deseos de orinar son muy comunes y no dan tiempo a llegar al baño. Este tipo de incontinencia puede ser la consecuencia de diferentes patologías (infecciones urinarias o prostáticas, adenoma de próstata, lesiones tumorales de la vejiga y ciertas enfermedades neurológicas).
La incontinencia mixta
Se asocia a una incontinencia de esfuerzo y a una incontinencia urinaria por micción imperiosa.
Incontinencia por rebosamiento
Esta forma afecta principalmente a los hombres, debido a una interrupción de la función de evacuación de la vejiga, genera un desbordamiento que puede conducir a un debilitamiento del músculo de la vejiga y provocar una fuga permanente de orina por goteo. Este tipo de incontinencia se puede explicar, en particular por trastornos de la próstata, un estreñimiento importante o una anomalía de la uretra.