Al igual que a millones de mujeres te preocupan las pérdidas de orina. Ten en cuenta que éste es un trastorno muy común, 1 de cada 3 personas la padecen y afecta a todos los tramos de edad. La incontinencia urinaria se puede presentar en mujeres jóvenes pero la prevalencia aumenta con la edad, llegando al 30 – 40% en las mujeres mayores de 65 años.
La repercusión social no debe subestimarse: vergüenza, aislamiento, pérdida de confianza, puede convertirse fácilmente en un hándicap.
Así que no dejes que las pérdidas de orina arruinen tu vida. Protege tu libertad!
¿Cómo actuar efectivamente? Rompe con el tabú, habla con tu médico él te puede ayudar!
Porque la vida de una mujer está llena de momentos de riesgo, ligados a su propia condición. Somos muy conscientes de los diferentes acontecimientos que explican que durante su vida, una mujer puede sufrir episodios de incontinencia urinaria:
La incontinencia de esfuerzo es la más común
No va precedida de la necesidad de ir al baño. Una risa, un estornudo, un golpe de tos, un salto o un simple esfuerzo físico pueden provocar de repente una pequeña fuga. Este tipo de incontinencia se da principalmente en las mujeres jóvenes o mujeres en la menopausia y se debe a una falta de tono de los músculos del periné y del esfínter.
La incontinencia de urgencia
Cuando las ganas de orinar son muy frecuentes y no dan tiempo a llegar al baño. Está provocada por una inestabilidad o una hiperactividad vesical que envía mensajes de micción urgentes e importantes a pesar de que la vejiga no está totalmente llena. Este tipo de incontinencia puede esconder algunas enfermedades.
La incontinencia urinaria mixta
Se habla de incontinencia mixta cuando coexisten los dos tipos de síntomas (o sea de esfuerzo y de urgencia).
Estos son algunos consejos que puedes adoptar a diario para frenar las pérdidas de orina
- Bebe lo suficiente para asegurar tu ingesta diaria de líquido. Preferiblemente, distribuye su ingesta entre la mañana y dos o tres horas antes de acostarte.
- Reduce el consumo de café, té y alcohol o de otros alimentos que sean diuréticos.
- Practica una actividad física regular suave que no provoque golpes. Unos minutos de ejercicios al día orientados al suelo pélvico pueden reducir significativamente la incontinencia.
- Si tienes sobrepeso, modifica tus hábitos alimenticios y de vida; adopta una alimentación equilibrada.
- Lucha contra el estreñimiento; bebe suficientemente y toma mucha fibra alimentaria (cereales completos, frutas y legumbres).